Entre los romanos se usaba una especie de danza que mejor debería llamarse
pantomima en los entierros o funerales. Un hombre tomaba el vestido del difunto y, cubierta su cara con una
máscara,
iba delante de la pompa lúgubre remedando las costumbres y modales más
conocidos del sujeto que representaba, de modo que venía a ser un orador
fúnebre sin hablar una palabra, de todas las costumbres del muerto.
El baile o danza de los
salios fue instituido por
Numa Pompilio, segundo rey de Roma, en honor de
Marte, el que ejecutaban doce sacerdotes llamados
salios escogidos de las más ilustres familias de Roma.
El baile del Himeneo o «danza nupcial» estaba en uso entre los
romanos. Se ejecutaba en los matrimonios de los antiguos por jóvenes y
doncellas coronados de flores, que con sus figuras y con sus pasos
expresaban la alegría que reina en una feliz unión. Con el tiempo este
baile, tan sencillo en su origen, pasó a ser un vivo ejemplo y una
pintura la más obscena de las funciones más secretas del matrimonio. La
licencia y el
libertinaje llegaron a tal punto que el
Senado se vio precisado a echar de Roma a todos los danzarines y maestros de semejante baile.
Todos los pueblos, como hemos dicho, tuvieron sus bailes sagrados,
que eran considerados como una parte del culto que debía tributarse a
sus divinidades. Los galos, los españoles, los alemanes, los ingleses
tenían sus danzas sagradas. En todas las religiones antiguas fueron los
sacerdotes danzadores por estado. Si hemos de dar crédito a
Scaligero, los obispos fueron llamados
præsules en la
lengua latina (
a præsiliendo)
porque ellas principiaban la danza sagrada. Así es que en casi todas
las iglesias que se construyeron en los primeros tiempos se dejaba un
terreno elevado al que se daba el nombre de
coro; este era una especie de teatro separado del
altar,
tal como se ve aún en el día de hoy en las iglesias de san Clemente o
de san Pancracio de Roma, en el que se ejecutaban las danzas sagradas
con la mayor pompa en todas las fiestas solemnes. Aunque estos bailes
hayan sido sucesivamente desterrados de las ceremonias de la Iglesia, no
obstante se conservan todavía en algunos pueblos católicos en honor de
los misterios más augustos de esta religión.
fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_la_danza